“No le vengo a pedir limosna“
Cuauhtémoc Rivera Godínez.
La entrevista de Enrique Peña Nieto con los padres de los 43 estudiantes
normalistas de Ayotzinapa secuestrados por el Estado resultó ser una trampa más
de gobierno para encubrir sus acciones de contrainsurgencia y narcotráfico.
1. Después de 33 días de la masacre en la ciudad de Iguala, en
el estado mexicano de Guerrero, en la que perdieron la vida 6 personas y más de
veinte resultaron heridas, el presidente de México tuvo que aceptar recibir a
los padres de las familias guerrerenses debido a la presión social nacional e internacional.
Su irresponsabilidad de incumplir su tarea de combatir al
narcotráfico, así como de ocultar tanto
las redes de corrupción, asesinatos e impunidades de los políticos de su
partido el PRI y del PRD, como su colusión con los cárteles de la droga en
México y su sometimiento incuestionable al gobierno norteamericano, lo llevaron
a una enorme crisis política, de legitimidad y gobernabilidad.
Los resultados obtenidos con el encuentro han sido
calificados por los padres de familia y sus abogados como intrascendentes, con promesas
banales, muy por abajo de la enorme tarea de encontrar con vida a los 43
secuestrados.
2. Peña Nieto quiere utilizar
el encuentro del miércoles 29 para difundir una falsa imagen;
proyectarse como un gobierno responsable, preocupado por la sociedad mexicana y
sus seguridad, al margen de todos los cárteles de la droga y de la delincuencia
organizada, y ufanarse de que tiene programas de políticas públicas para
resolver el grave conflicto que ha generado su gobierno.
En el encuentro, el titular del Poder Ejecutivo no proporcionó
a los familiares información nueva,
confiable y objetiva sobre el paradero de los secuestrados, solamente fueron
vagas promesas y compromisos para escenografía y maquillaje.
3. Un elemento verdaderamente perverso del gobierno, fue el que la PGR difundiera un día antes, el martes 28, la supuesta declaración de un sicario del cártel Guerreros Unidos en donde afirma que en el contingente de los normalistas que viajaban en el camión, iban 17 sicarios del cártel de Los Rojos los cuales iban infiltrados, fuertemente armados y con intención de enfrentarse a los sicarios de Guerreros Unidos, y por esto los detuvieron, secuestraron y ejecutaron.
La difusión de esta versión no es azarosa ni ingenua, mucho
menos objetiva, y forma parte de la estrategia gubernamental de criminalizar a
las víctimas,y pretende hacer creer, tanto a la opinión pública nacional e
internacional, que los estudiantes “fueron víctimas del narcotráfico”, porque
estaban relacionados con un cártel. Es decir, los normalistas ya están muertos
y ejecutados por ser narcotraficantes.
4. Esta es la lógica del discurso gubernamental: Ocultar su
irresponsabilidad, presentarse ajeno a los cárteles de la droga, cuando en
realidad el PRI y el gobierno de Peña Nieto son parte de la delincuencia
organizada en el país, trata de reconstruir la figura presidencial y engañar a
las familias a la vez de enlodar el prestigio de sus hijos secuestrados.
Peña Nieto nunca dio una explicación de la tardanza de su gobierno para actuar, no presentó un
informe serio a los familiares y a la nación. Y muy por el contrario utilizó
todos los medios a su alcance para distorsionar lo acontecido en la reunión en
Los Pinos.
Primero, incumplió el acuerdo de que no habría fotografías. Sus
empleado tomaron fotografías y alrededor de las 11 de la noche del miércoles
29, las distribuyeron a los medios de comunicación en su intento de presentar al
presidente con los familiares de los secuestrados y desaparecidos.
Luego, aprovechó que los padres y madres de los muchachos
tardarían en llegar al lugar en donde darían
su conferencia de prensa, adelantándose para hablar por radio y televisión en cadena
nacional su versión de los hechos y afirmar que “habían llegado a acuerdos”,
falseando la realidad y ocultando los reclamos y opiniones de los familiares de
las víctimas.
Los espacios de noticieros de las narctotelevisoras, Televisa
y TV Azteca, estructuraron sus notas resaltando el mensaje gubernamental y ocultando
las voces de los padres de familia. El jueves 30, la mayoría de los medios de
comunicación presentan como actor central del acontecimiento a Peña Nieto calificándolo de ejemplar, responsable, lúcido
y con propuestas.
5. A este coro de servidores gubernamentales se ha sumado de
lleno el ex presidente del Consejo Directivo de la Fundación
Cambio XXI del PRI y hoy rector de la UNAM José Narro Robles, quien declaró que
“no se puede soslayar la actitud y compromiso que la administración de Enrique
Peña Nieto ha tomado frente a estos hechos”
El priísta y rector por segunda vez de la UNAM agregó “El
gobierno de la República, con todo compromiso, ha tomado el tema. Ahí están
ahorita en el estado de Guerrero miles de elementos de las fuerzas de seguridad
federales, ahí ha estado sesionando el gabinete de seguridad, ahí ha estado en
varias oportunidades el procurador general de la República (Jesús Murillo
Karam). ¿Por qué tratar de encontrar lo que no existe? ¿Por qué tratar de negar
lo que es evidente?"
Cuando se le preguntó sobre el papel que ha jugado el
gobierno de Peña Nieto en estos hechos, el rector enfatizó: "¿Por qué
tratar de centrar en una persona una responsabilidad? ¿La sociedad no sabía
quién era (el alcalde de Iguala, José Luis Abarca)? ¿Quienes votaron por él
ignoraban por completo sus vínculos con el crimen organizado? Tenemos que hacer
en este país todos una profunda reflexión porque lo que no se vale es tratar de
encontrar a un culpable, … de a ver a quién le echamos la culpa de todas las
responsabilidades"
Para Narro Robles estos crímenes competen al estado de
Guerrero debido a que los hechos se dieron en Iguala. "El señor alcalde es
el principal responsable, yo no sé por qué tenemos que estar buscando cosas
donde no existen" afirma.
Las palabras de Narro Robles son el discurso gubernamental de
Peña Nieto y expresadas por los diputados del PRI y del Verde Ecologista en la
sesión del martes en San Lázaro; “Los asesinatos son del estado de Guerrero” y “el
responsable es el alcalde”, y el diputado Arturo Escobar, aquel que lo descubrieron
en el aeropuerto chipaneco con fajos de billetes y argumentó que eran para comprar
una casa, afirmó; "Lo que pasó en Iguala es el crimen en su máxima
expresión entre un presidente municipal, un policía y un partido
político".
Este es el discurso peñista, que repiten las narctotelevisoras,
los periodistas de paga, los diputados priístas, del partido verde ecologista, el
PRD y el priísta Narro Robles, que buscan cubrirle la espalda a Peña Nieto y a su
gabinete abiertamente coludido con los cárteles de la droga y la delincuencia
en toda su carrera política.
Esta es la estrategia política de Peña Nieto para encubrir
los asesinatos y secuestros de la masacre del 26 de septiembre en Iguala, ésta
es una estrategia de GUERRA SUCIA, diseñada, insistimos una vez más, desde la década
de los 70 en las oficinas del Pentágono
Norteamericano para igualar el descontento social con narcotraficantes y
justificar asesinatos, desapariciones forzadas y todo tipo de violaciones a los
derechos humanos.
Durante el régimen político
de partido de Estado en México en el siglo pasado, al periodismo que siempre le
apoyó se le denominó “periodismo de Estado”, hoy en un sistema con Estado
Delincuencial al periodismo que ejercen las narcotelevisoras y escribanos de periódicos
bien se le puede definir como un Periodismo de Paga y Delincuencial.
6. En contraparte a esta estrategia gubernamental están las
palabras y acciones de los estudiantes
de la Normal de Ayotzinapa y de los padres y madres de familia.
Este miércoles 30 de octubre, al ser entrevistados en un noticiero
matutino, expresaron su versión de los hechos, tanto de la masacre del día 26
de septiembre como de la reunión con Peña Nieto.
Omar García, estudiante normalista de 18 años, con un valor admirable, narró sus vivencias
directas al ser víctima de los sicarios y policías el 26 de septiembre. Expuso
que los medios de comunicación en Iguala se negaron a cubrir los
acontecimientos de esa noche argumentando todos, a excepción de la Radio UAG,
que tenían órdenes expresas de los gobiernos estatal y municipal de no cubrir
esa masacre. Así también narró la llegada tardía de más de dos horas del
Ejercito Mexicano, después de dos ataques a los estudiantes y las acciones
violentas que ejecutaron en contra de los estudiantes. Afirmó que todo esto es
parte de la Guerra Sucia del gobierno mexicano en contra de los normalistas y
del pueblo de Guerrero. Concluyó “Nosotros sabemos que estamos oponiéndonos al
gobierno, y en consecuencia a la delincuencia organizada, sabemos que nos exponemos
y peligran nuestras vidas”
Emiliano Navarrete, hombre sencillo, delgado, moreno y
tranquilo, expresó sus sufrimientos al estar secuestrado su hijo, y su angustia
al no encontrarlo después de más de 30 días.
Expresó su desconfianza en Peña Nieto e informó que al hablar
frente al presidente le señaló “Yo no le vengo a pedir un favor, le vengo a
pedir justicia como mexicano que soy… no le vengo a pedir limosna“. Agregó que
al final quedaron decepcionados con la actitud del presidente, el cual “Nos
recibió por la presión popular”, pero no hace nada por encontrar a los
desaparecidos.
Santiago Aguirre, padre de Edgar, uno de los normalistas
heridos, narró sus andares para la atención de su hijo y el sufrimiento de su
familia. El padre contó que su hijo sobrevivió al ataque de policías
municipales de Iguala, el pasado 26 de septiembre, y después fue detenido por
militares, pese a estar herido y luchar por su vida. “La exigencia en estos
momentos es la atención médica para mi hijo”. Afirma que su hijo “se retuerce
del dolor por las heridas“ y agrega ““Los mexicanos debemos unirnos para hacer
de nuestra patria una patria mejor de paz y prosperidad”.
7. Los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, sus padres,
madres, hermanos, amigos, vecinos y maestros, NO se rinden, y como dice don
Emiliano, que le hace honor al nombre, NO van a pedir favores, van a exigir justicia,
no piden limosnas. Debemos estar con ellos.