jueves, 18 de febrero de 2016

SE FUE




SE FUE






No soy creyente de religión alguna. No soy católico ni 
cristiano. No me entusiasman la visitas de las jerarquías, ni 
terrestres ni celestiales. Será que por eso nunca he creído 
que la visita de un Papa pueda resolver los problemas de 
los pobres de la tierra.





Respeto a mis amigas y amigos que se entregaron en 

cuerpo y alma a recibir al pastor de su iglesia. A ellas y a 

ellos y a todos los católicos sinceros, humildes, honestos. Y 

no sólo respeto sino además admiro a aquellos que en 

Michoacán corearon por nuestros 43.



Vino el señor que preside el Estado Vaticano y se le trató 

como al representante de un dios por parte del gobierno 

mexicano y de la clase política mexicana, no como a un par, 

sino como a un superior. Se violó la Carta Magna y se 

humillo a la nación entera.

A los que tuvieron esperanzas en Don Francisco les 

recomiendo que vean la película EL PADRINO. Nada más 

eso.

Nunca pensé que con la visita de Don Francisco fuéramos a 

encontrar a nuestros 43, por eso no creí importante si el 

señor Francisco recibía a los padres de ellos. Nunca los 

recibió, no tuvo tiempo, atendió a otros que si son de sus 

ocupaciones, que si son dignos de sus bendiciones. A los 

Azcarraga, a los Peña Nieto, a los gobernadores que tienen 

las manos llenas de sangre y de dinero proveniente del 

narco.



Les dijo a los narcopolíticos que no está bien ser narcos, les 

dijo a los pederastas que se porten bien. Allá él. Una 

pregunta ¿Por que a Kate del Castillo la enjuician por hablar 

con el Chapo Guzmán y a Don Francisco nadie le dice nada 

por hablar y retratarse con narcoperiodistas como López 

Doriga, con narcopolíticos como Peña Nieto, Mancera, 

Calderón, Duarte y la Gaviotita?






No nos recibió. Ya se vio quienes son sus fieles, sus 

preferidos, sus bendecidos. Allá él. Si es cierto que su dios 

existe, un día le tendrá que dar las cuentas y seguramente 

el hijo de ese dios nuevamente tomará su látigo y lo 

flagelará como a los fariseos que tomaron la casa de su 

padre hace miles de años.



Las fotografías muestran a sus amigos. La imagen 

muchacho, la imagen.








jueves, 4 de febrero de 2016

Amigas y amigos

Hoy presentamos el texto EL TRONCO INVULNERABLE leído el viernes 30 de marzo del 2001 en la Facultad de Ciencia Políticas y Sociales de la UNAM,en el homenaje al profesor Francisco Gomezjara.  Esperamos sus comentarios.







EL TRONCO INVULNERABLE
Carta para un homenaje al profesor Francisco Gomezjara


"Tú eres el tronco invulnerable y nosotros las ramas,
por eso es que este hachazo nos sacude"

Jaime Sabines
Algo Sobre la muerte del Mayor Sabines



Cuauhtémoc Rivera Godínez




El sábado 10 de febrero de este 2001, alrededor de las 10 de la noche recibí por teléfono la noticia del asesinato del profesor  Francisco Gomezjara. Para todos los que convivimos con él, que aprendimos de su sapiencia y sencillez humana, esta pérdida ha sido significativa  en nuestra vida, creo de verdad que no exagero.

Ya habían pasado seis días de su muerte y uno de su entierro. Junto con el dolor llegaron los recuerdos. A mi memoria llegó la última ocasión que nos vimos y platicamos.  Fue hace  casi  6 años, y  en mi alma queda esa tristeza de no haber hablado nunca más con quien influyó tanto en mi vida académica,  profesional  y personal.

Es por esto que al participar en el homenaje póstumo que le han organizado la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y la Universidad Autónoma de Guerrero, he decidido escribirle una carta  para reiniciar nuevamente ese diálogo que seguramente continuará entre nosotros.

 

ESTIMADO PROFESOR GOMEZJARA



Durante las últimas semanas he pensado y repensado en cómo iniciar esta carta para usted, y de verdad que me ha sido muy difícil definirlo. Quisiera iniciarla contándole del dolor que me ha embargado con su ausencia. 

Sin embargo, creo que no sería lo más adecuado porque al fin y al cabo es mi dolor y de lo que se trata es de hablar de usted y, en el mejor de los casos, de mi testimonio en tantos años de  trabajo académico conjunto.

Tal vez sea mejor iniciar contándole que ayer, miércoles 27 de marzo al recorrer el Centro Histórico y caminar por la calle de 5 de mayo me encontré con el Café La Blanca. Recordé que fue ahí la última ocasión en donde platicamos horas y horas sobre el trabajo  que  usted estaba desarrollando. Ese proyecto que le causaba tanto entusiasmo sobre las más de 200 monografías de los municipios veracruzanos  que estaba por concluir o ya había concluido, no lo recuerdo bien.

En esa ocasión también tuvimos una intensa platica sobre el zapatismo y sobre el Sup Marcos. Recuerdo sus severas críticas hacia ellos, sus desconfianzas y  mis desacuerdos con usted. Cuánto tiempo ha pasado,  es una lastima que ahora no podamos comentar la larga marcha de esos indios chiapanecos que acaban de  hablar en la Cámara de Diputados y están por regresar a la Selva Lacandona.

Esa noche de abril de 1995, sí, hace seis años, platicamos largo y tendido.  Como en varias ocasiones nos sucedió,  cerraron el café y seguimos platicando en la calle hasta alrededor de las tres de la madrugada. Cualquier persona que llegó a conocerle puede dar testimonio de sus platicas interesantes  que siempre se alargaban y que el único limite era la hora del descanso.

Pero mejor quiero aprovechar esta oportunidad para consultarle sobre el tema que  debo de abordar en el evento en Ciencias Políticas, en donde se le rendirá a usted  un homenaje. Creo que es necesario que en esta ocasión, aquellos que trabajamos en algún momento cerca de  usted, podamos  hablar  en torno a su obra académica.

Mire profesor, considero que lo más adecuado es  hablar de  lo que a mi juicio fueron  sus planteamientos académicos  en torno a los cuales trabajamos cerca de 16 años en esta escuela. Es necesario recordar sus propuestas sobre  la Sociología mexicana; en torno al proceso de enseñanza aprendizaje de esta disciplina; el tipo de investigación que usted desarrolló y que a cientos de estudiantes siempre inculcó; el tipo de taller de investigación que formó en nuestra Facultad y las que, a su juicio, eran las tareas del sociólogo mexicano.

Hay un aspecto que usted siempre nos planteó. El problema referente a que a menudo no se presentan las opiniones de los autores, sino que se presentan interpretaciones de las opiniones de los autores, lo cual deja en desventaja al lector.

En este sentido, estimo que lo más  pertinente es que  reproduzca  textualmente sus opiniones sobre estos temas. Para ello lo mejor  es aprovechar aquella conversación que tuvimos en julio de 1986 en casa de Rafael Cárdenas Candiani, nuestro gran amigo Rafa, en donde abordamos  estos y muchos temas más.

Resulta que Elsa Moreno Damián, quien  colaboró con nosotros en el Programa de Comunicación y Sociología Alternativas allá por 1985- 1987, guardaba en su acervo los cassettes que alguna vez yo le presté, y ahora los hemos transcrito.

Ahí yo  le pregunto su opinión sobre  el desarrollo de la Sociología Mexicana y usted responde que “A partir de que el positivismo llega y se empieza hablar de  sociología como tal, se podría señalar que en términos generales  la sociología en México, la sociología oficial o  la sociología  académica ha sido una ciencia fundamentalmente  al servicio del Estado y del capital extranjero,... ha servido fundamentalmente como  un instrumento de organización de la población al servicio del Estado. En este sentido, la sociología de Vasconcelos y Antonio Caso, con todo lo crítico que es y lo rico en cuanto sirve de  una manera muy clara para recuperar la cultura popular, sirvió también, indudablemente, para legitimar al Estado que emergía de la contra revolución carrancista – obregonista.

“A partir del cardenismo, señaló usted,  fundamentalmente la sociología  del marxismo estalinizado sirve para  organizar al movimiento sindical y campesino, la sociología no es sólo lo que dice ella, sino su práctica concreta de intervención en la sociedad y, desde este ángulo, sirve  fundamentalmente en los años 30 y 40 para organizar la CTM y la CNC, todos los sindicatos,  los sectores de clase media y  los intelectuales al servicio del Estado.

Agrega además que “a  partir  de Alemán, con el funcionalismo, empieza  la sociología a servir a la empresa transnacional en el sentido de  seleccionar al personal, adecuar a los trabajadores a las exigencias de la empresa, o a   modernizar el campo en los programas que el gobierno patrocina.

 “En este sentido habría dos excepciones; a finales del siglo XIX las corrientes de lo que sería la sociología anarquista de Rodacanaqui, que es una sociología destinada a organizar a la población y prepararla, estimularla  y servir precisamente para que canalice sus energías en función  de transformar las sociedades.

“La otra experiencia rica es después del 68, que empieza a surgir una sociología contestataria, crítica, ligándose al movimiento campesino inicialmente, después a los movimientos urbanos populares y finalmente, un poco vislumbrándose una liga con el movimiento obrero.

Usted nos planteó que  "en los últimos  10 ó 12 años hay nuevas corrientes de sociología, algunas dentro de la corriente del marxismo crítico, otras de la corriente institucional, otras recuperando la experiencia latinoamericana que en gran medida fue  reforzada en México por los inmigrantes argentinos, chilenos, etcétera, que de una u otra manera vinieron a estimular el pensamiento sociológico estas experiencias latinoamericanas.

“Creo que en este sentido esta sociología es una sociología que reivindica precisamente el trabajo de campo, que  reivindica el compromiso con la población, que reivindica el análisis crítico de la teoría, replantea no solo quedarse en una actitud empírica  sino también una reconceptualización teórica  y que me parece que por este amplio camino es una de las sociologías que más puede tener perspectiva.

Cuando  le pregunté  su opinión sobre la situación de la enseñanza de la Sociología su respuesta  fue:  “yo creo que hay un problema. Primero, que la enseñanza de la Sociología está muy centralizada en México. Casi el 50%  de las escuelas  de Sociología están en el Valle de México;  aquí la sociología se ha burocratizado de una manera constante  y creciente, y pocos han sido los aportes que  se han hecho.


“Me parece que lo más rico de la Sociología como movimiento y como corriente, está  en los estados de la República, mucho de la línea general es esta preocupación por hacer investigación directa y participante sobre los problemas que están ocurriendo,  con una interacción democrática entre maestros y alumnos y con una actitud de comunicar y divulgar lo que están encontrando.

“Aquí  en el Valle de México la enseñanza sigue siendo la enseñanza vertical, jerárquica, antidemocrática, burocrática y al servicio del Estado fundamentalmente, y en las escuelas privadas al servicio de la empresa transnacional.”

En esa entrevista usted abordó el tema del papel de la investigación en la formación del científico social y expresó: “Yo creo que la investigación debe de plantearse como una investigación directa y participante, porque forma un investigador global que no se reduce a manejar un instrumento  sino que él  se convierte en el  instrumento de investigación. Todo su cuerpo, sus emociones, su conocimiento, su compromiso en última instancia. Entonces este es el tipo de investigación realmente alternativo, que no excluye sino que incluye y sintetiza  los demás modelos.

 “La investigación, no sólo la investigación  en ese sentido libresca y estadística, sino la investigación  de campo, sin que se deseche el análisis estadístico y el análisis bibliográfico, ni que se deseche la investigación documental, sino que se recorra toda ese tipo de investigación  libresca, documental, estadística, hemerográfica, pero se culmine con la investigación de campo fundamentalmente.”

“Y no sólo una investigación de campo cuantificadora sino  con una investigación de campo cualificadora, es decir una investigación de campo directa  y participante.

“Pero no se puede llegar  a la investigación directa y  participante si no hay un entrenamiento  de todas  las demás formas de investigación y no se ha recogido  toda la información,  desde libros, estadísticas, hemerografía, documentos, etcétera.”

Es indudable que un aspecto central del modelo de enseñanza aprendizaje que usted siempre impulsó fue  aquel basado en el trabajo de campo, usted nos  planteó en esa conversación que: “La enseñanza de la sociedad no puede darse sólo  en un salón de clases. En primer lugar  porque en un salón implicaría encerrarse y tener algunas fuentes de estudio que serían los libros,  pero resulta que los libros son hechos fundamentalmente en los países centrales y, por lo tanto,  los pocos estudios que se han hecho en México son estudios hechos basándose en estadísticas oficiales y las estadísticas oficiales  realmente no tienen ninguna probabilidad de estar reflejando la realidad, están no sólo técnicamente mal hechas sino ideológicamente deformadas.

“El ejemplo más claro es que vamos a más de la mitad de los 80 y después de seis años del último censo no los han podido publicar.  ¿Por qué? No solo por fallas técnicas, sino porque están manipulando    la información  para que no salga una expresión de crisis como la que está ocurriendo.

 “...esta enseñanza  libresca es una enseñanza  que fundamentalmente no solo deforma  a los estudiantes en cuanto al conocimiento de la realidad,  sino que no les da elementos realmente para su vida profesional.

“Entonces, el trabajo de campo no sólo puede garantizar que el estudiante  reflexione y  recapacite sobre las teorías que está utilizando para repensar las teorías, sino que repiense la realidad social para  poder realmente ubicarse y saber trabajar dentro de la propia realidad social.

“Creo que el gran resultado de esta enseñanza libresca de la Sociología es que los sociólogos no tienen trabajo y que se está reduciendo  el ingreso a las escuelas de Sociología porque se están enseñando cosas que no sirven  y cosas que ni siquiera los sociólogos pueden  ya seguir utilizando, sobretodo cuando se  acaban los proyectos populistas y no necesitan ya profesionales que tengan un lenguaje que entusiasme a la población,  que era lo que se había utilizado en la época de  Echeverría”.

Así también nos afirmó que “...la “Crisis de la Sociología” no es la crisis de la Sociología, sino que es la crisis de una concepción de la sociología al servicio del Estado, de las empresas y de una enseñanza colonizada, libresca y escolarizada.”


Un tema superinteresante en esa conversación fue el referente a las tareas de los sociólogos en un México atravesado por la crisis, usted nos afirmó en aquella ocasión que “para los sociólogos que trabajan para el Estado  su papel en este momento es de cómo poder encontrar las formas de que este Estado combine  la vieja estructura política de un gran clientelismo populista, con un gran derroche, ...y modernizarse y tecnocratizarse, ese es primer dilema del sociólogo.

“Segundo: ¿Cómo poder, al mismo tiempo, mantener la legitimidad del Estado,  en amplios sectores de la población, sobretodo los nuevos sectores emergentes  desocupados, subocupados, mujeres, jóvenes y  migrantes urbanos?

“Pero para  los sociólogos que se quieran identificar con la clase trabajadora, yo creo que su papel y el modelo de sociólogo es  el del trabajo en la comunidad para encontrar  e impulsar  formas autónomas de organización de la población, recuperar todas las formas de resistencia  de la población a la fábrica, al taller, al modelo de agricultura capitalista, para  sistematizarla y empezar a rediseñar a partir de estas experiencias de la vieja comunidad  y recuperando todas las corrientes  críticas europeas, de tecnología alternativa, ecologistas, movimientos de liberación sexual, y de nuevos  movimientos sociales, recuperar todos estos modelos,  con las viejas experiencias, que es muy rica en este país, de  la comunidad campesina autónoma, que han resistido las formas de capitalismo  para plantearse un salto anticapitalista.

Lo que  hay que ponerse a pensar no es cómo  salvar al Estado, sino como recuperar las tradiciones de resistencia popular  con las formas de experiencias sindicales europeas críticas, con todas las formas nuevas de movimientos sociales  que han  surgido, no para que se controle sino para  recuperar los espacios por fuera del Estado y de la empresa transnacional.

“Yo creo que la tarea fundamental es expandir la sociedad  civil, pero no desde el punto de vista  de la derecha que quiere expandir la sociedad civil para fortalecer a la iglesia tradicional y a la empresa  transnacional, sino expandir la socidad civil contra  la iglesia tradicional, contra la empresa transnacional y contra el Estado  fundamentalmente.

“Y esto implica no sólo una teoría sino una práctica concreta, una enseñanza  para una ruptura de todo el carácter social y la ideología de la dependencia, del estatismo, de la jerarquía, etcétera.

“Yo creo que eso sería en ultima instancia esas  situaciones alternativas. Un sociólogo que sepa manejar la teoría críticamente, que sepa hacer investigación en los acontecimientos pero que, al mismo tiempo,  sepa intervenir en los acontecimientos, organizando, dando pautas de comunicación alternativa, planteando formas  de discusión y de reflexión  con la población y, fundamentalmente, trabajando en la elaboración de proyectos para la población, que es diferente a la elaboración de proyectos tecnocráticos para el Estado”

Hasta aquí algunos párrafos de sus declaraciones en esta conversación de hace 15 años...¿Cómo ve que la exposición en el citado homenaje toque estos puntos?.. a mi me parecen muy interesantes y que ponen al descubierto  lo esencial  de su planteamiento académico.

En esta carta también quiero contarle como van las averiguaciones con respecto a su asesinato. Fíjese que unos días después de que le dimos sepultura, un grupo de universitarios entre los  que podemos citar a Gullermina Baena, Herminia Foo Kong, Nicolás Pérez y Georgina Tecla, fuimos a  solicitar una cita con el Procurador del DF, Bernardo Bátiz. Como usted ya sabe qué sucede en  los procesos burocráticos, nos mandaron con el secretario particular, un tal licenciado Jorge Ramos Luna.

Pues resulta que con este individuo hemos hablado dos veces y en ambas ocasiones nos ha tratado de manera por demás despótica, a grado tal, que hemos salido con discusiones muy ríspidas. En la primera de ellas nos prometió que para la segunda sesión nos proporcionaría toda la información referente a la averiguación del asesinato, pero en esa segunda ocasión nos  salió con que no había ninguna información al respecto, que no tenía nada que informarnos.

 Después de plantearle nuestras protestas, el tipo nos argumento que nosotros no  éramos nadie para solicitarle  información al respecto, que  la Procuraduría capitalina no nos podía garantizar encontrar a los responsables del asesinato, que este no era el primer ni el último crimen en la ciudad.

Realmente resultó humillante escuchar al funcionario – policía ese. Le planteamos que sus palabras eran una clara invitación a la delincuencia y al asesinato ya que no se garantizaba detener a quien viola la ley y asesina, y que estabamos ahí porque usted fue un profesor  formador de varias generaciones de universitarios, que el asesinato de un científico  mexicano  no podía quedar impune, y sobretodo que no íbamos a permitir que se le diera carpetazo al asunto.

Le señalamos que esultaba una ofenza que duramente su campaña electoral, quienes ahora son gobierno, prometieron una ciudad de la esperanza y ahora nos salen con que no garantizan la detención  de los asesinos. Le expresamos que su trato fue peor que el recibido por los gobiernos priístas. Él solo respondió que el Procurador Bátiz nunca nos recibiría.

No cabe duda que las burocracias son las burocracias. En  esos momentos recordé una discusión que tuvimos  con usted en un seminario, en donde nos preguntó si pensábamos que el gobierno  mexicano se preocupaba por el bienestar de la población... ¿Recuerda  que varios dijeron “si, claro”, otros “regular, un poco” y usted sonriendo ligeramente afirmó “ a los gobiernos no les interesa la población, a ellos solo les interesan los grandes monopolios, el gobierno norteamericano y sus amigos”. Ya vemos que el gobierno en México sigue siendo el mismo ya sea tricolor, amarillo o azul.. Todos son igualititos.

Pero esto de la impunidad en su asesinato es un asunto de suma gravedad... no lo debemos permitir. Pienso  que hoy los asistentes a su homenaje deberemos platicarlo seriamente. ¿Cómo ve que formemos un comité  universitario por el esclarecimiento de su muerte?. No  se  ría, es en serio.

Bueno profesor, me despido  de usted  por el momento, los compañeros que todavía estamos por acá le recordamos con profundo cariño y nostalgia. El otro día  recordamos las vivencias en el Proyecto de Comunicación y Sociología Alternativas ...  las anécdotas fueron múltiples.

Recordamos el Seminario de Estudio de Freud y Wilham Reich,  cuando al terminar la primera sesión una voz dijo "mañana al entrar al salón todos nos encueramos". El estudio del Método AnarcoMarxista de René Loureau; las largas e interesantes platicas sobre Teodoro Adorno y Marcuse; las evaluaciones del Semestre de Campo y de las prácticas de campo, esa experiencia tan valiosa que defendimos y que siempre fue atacada por muchos de los que hoy a usted lo alaban... en fin, todo ese bagaje que muchos llevamos gracias a su invaluable ejemplo y apoyo.

Gracias profesor Gomezjara por todo lo que nos dio... gracias por su paciencia, por  enseñarnos  a querer a nuestra profesión, por enseñarnos a defender nuestras ideas, a querer  a este tan vapuleado país, y por insistirnos siempre  que a esta universidad asistíamos no sólo a  recibir información y a descubrir   conocimientos, sino además, a tener una actitud digna, humana y ética ante la vida... sus amigos   y compañeros universitarios siempre lo recordaremos.

Por último, solo quiero escribirle aquella frase que Jaime Sabines le dedicara a  Rosario Castellanos  con motivo de la muerte de la poetisa:

"La próxima vez que platiquemos
te diré todo el resto.

Ya no estoy enojado.
Hace mucho calor...
Voy a irme a la alberca  a echarme un trago"



Coyoacán, madrugada del 30 de marzo del 2001.
Cuauhtémoc Rivera Godínez.



* Documento presentado en el homenaje organizado al profesor Francisco Gomezjara  el viernes 30 de marzo del 2001 en la Facultad de Ciencia Políticas y Sociales de la UNAM, y el martes 3 de abril del 2001 en la Universidad Autónoma de Guerrero.