Amigas y amigos
Hoy presentamos el texto EL TRONCO INVULNERABLE leído el
viernes
30 de marzo del 2001 en la Facultad de Ciencia Políticas y Sociales de la UNAM,en el homenaje al profesor Francisco Gomezjara. Esperamos sus comentarios.
EL TRONCO INVULNERABLE
Carta
para un homenaje al profesor Francisco Gomezjara
"Tú eres el tronco invulnerable y nosotros las
ramas,
por eso es que este hachazo nos sacude"
Jaime
Sabines
Algo
Sobre la muerte del Mayor Sabines
Cuauhtémoc
Rivera Godínez
El sábado 10 de
febrero de este 2001, alrededor de las 10 de la noche recibí por teléfono la
noticia del asesinato del profesor
Francisco Gomezjara. Para todos los que convivimos con él, que
aprendimos de su sapiencia y sencillez humana, esta pérdida ha sido
significativa en nuestra vida, creo de
verdad que no exagero.
Ya habían pasado
seis días de su muerte y uno de su entierro. Junto con el dolor llegaron los
recuerdos. A mi memoria llegó la última ocasión que nos vimos y
platicamos. Fue hace casi 6
años, y en mi alma queda esa tristeza de
no haber hablado nunca más con quien influyó tanto en mi vida académica, profesional
y personal.
Es por esto que al
participar en el homenaje póstumo que le han organizado la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la UNAM y la Universidad Autónoma de Guerrero, he
decidido escribirle una carta para
reiniciar nuevamente ese diálogo que seguramente continuará entre nosotros.
ESTIMADO PROFESOR GOMEZJARA
Durante las últimas
semanas he pensado y repensado en cómo iniciar esta carta para usted, y de
verdad que me ha sido muy difícil definirlo. Quisiera iniciarla contándole del
dolor que me ha embargado con su ausencia.
Sin embargo, creo
que no sería lo más adecuado porque al fin y al cabo es mi dolor y de lo que se
trata es de hablar de usted y, en el mejor de los casos, de mi testimonio en
tantos años de trabajo académico
conjunto.
Tal vez sea mejor
iniciar contándole que ayer, miércoles 27 de marzo al recorrer el Centro
Histórico y caminar por la calle de 5 de mayo me encontré con el Café La
Blanca. Recordé que fue ahí la última ocasión en donde platicamos horas y horas
sobre el trabajo que usted estaba desarrollando. Ese proyecto que
le causaba tanto entusiasmo sobre las más de 200 monografías de los municipios
veracruzanos que estaba por concluir o
ya había concluido, no lo recuerdo bien.
En esa ocasión
también tuvimos una intensa platica sobre el zapatismo y sobre el Sup Marcos.
Recuerdo sus severas críticas hacia ellos, sus desconfianzas y mis desacuerdos con usted. Cuánto tiempo ha
pasado, es una lastima que ahora no
podamos comentar la larga marcha de esos indios chiapanecos que acaban de hablar en la Cámara de Diputados y están por
regresar a la Selva Lacandona.
Esa noche de abril
de 1995, sí, hace seis años, platicamos largo y tendido. Como en varias ocasiones nos sucedió, cerraron el café y seguimos platicando en la
calle hasta alrededor de las tres de la madrugada. Cualquier persona que llegó
a conocerle puede dar testimonio de sus platicas interesantes que siempre se alargaban y que el único
limite era la hora del descanso.
Pero mejor quiero
aprovechar esta oportunidad para consultarle sobre el tema que debo de abordar en el evento en Ciencias
Políticas, en donde se le rendirá a usted
un homenaje. Creo que es necesario que en esta ocasión, aquellos que
trabajamos en algún momento cerca de
usted, podamos hablar en torno a su obra académica.
Mire profesor,
considero que lo más adecuado es hablar
de lo que a mi juicio fueron sus planteamientos académicos en torno a los cuales trabajamos cerca de 16
años en esta escuela. Es necesario recordar sus propuestas sobre la Sociología mexicana; en torno al proceso
de enseñanza aprendizaje de esta disciplina; el tipo de investigación que usted
desarrolló y que a cientos de estudiantes siempre inculcó; el tipo de taller de
investigación que formó en nuestra Facultad y las que, a su juicio, eran las
tareas del sociólogo mexicano.
Hay un aspecto que
usted siempre nos planteó. El problema referente a que a menudo no se presentan
las opiniones de los autores, sino que se presentan interpretaciones de las
opiniones de los autores, lo cual deja en desventaja al lector.
En este sentido,
estimo que lo más pertinente es que reproduzca
textualmente sus opiniones sobre estos temas. Para ello lo mejor es aprovechar aquella conversación que
tuvimos en julio de 1986 en casa de Rafael Cárdenas Candiani, nuestro gran
amigo Rafa, en donde abordamos estos y
muchos temas más.
Resulta que Elsa
Moreno Damián, quien colaboró con
nosotros en el Programa de Comunicación y Sociología Alternativas allá por
1985- 1987, guardaba en su acervo los cassettes que alguna vez yo le presté, y
ahora los hemos transcrito.
Ahí yo
le pregunto su opinión sobre el
desarrollo de la Sociología Mexicana y usted responde que “A partir de que el positivismo
llega y se empieza hablar de sociología
como tal, se podría señalar que en términos generales la sociología en México, la sociología
oficial o la sociología académica ha sido una ciencia
fundamentalmente al servicio del Estado
y del capital extranjero,... ha servido fundamentalmente como un instrumento de organización de la
población al servicio del Estado. En este sentido, la sociología de Vasconcelos
y Antonio Caso, con todo lo crítico que es y lo rico en cuanto sirve de una manera muy clara para recuperar la
cultura popular, sirvió también, indudablemente, para legitimar al Estado que
emergía de la contra revolución carrancista – obregonista.
“A partir del cardenismo, señaló usted,
fundamentalmente la sociología
del marxismo estalinizado sirve para
organizar al movimiento sindical y campesino, la sociología no es sólo
lo que dice ella, sino su práctica concreta de intervención en la sociedad y,
desde este ángulo, sirve
fundamentalmente en los años 30 y 40 para organizar la CTM y la CNC,
todos los sindicatos, los sectores de
clase media y los intelectuales al
servicio del Estado.
Agrega además que “a partir
de Alemán, con el funcionalismo, empieza
la sociología a servir a la empresa transnacional en el sentido de seleccionar al personal, adecuar a los
trabajadores a las exigencias de la empresa, o a modernizar el campo en los programas que el
gobierno patrocina.
“En
este sentido habría dos excepciones; a finales del siglo XIX las corrientes de
lo que sería la sociología anarquista de Rodacanaqui, que es una sociología
destinada a organizar a la población y prepararla, estimularla y servir precisamente para que canalice sus
energías en función de transformar las
sociedades.
“La otra experiencia rica es después del
68, que empieza a surgir una sociología contestataria, crítica, ligándose al
movimiento campesino inicialmente, después a los movimientos urbanos populares
y finalmente, un poco vislumbrándose una liga con el movimiento obrero.
Usted nos planteó que "en los últimos 10 ó 12 años hay nuevas corrientes de
sociología, algunas dentro de la corriente del marxismo crítico, otras de la
corriente institucional, otras recuperando la experiencia latinoamericana que
en gran medida fue reforzada en México
por los inmigrantes argentinos, chilenos, etcétera, que de una u otra manera
vinieron a estimular el pensamiento sociológico estas experiencias latinoamericanas.
“Creo que en este sentido esta sociología es
una sociología que reivindica precisamente el trabajo de campo, que reivindica el compromiso con la población,
que reivindica el análisis crítico de la teoría, replantea no solo quedarse en
una actitud empírica sino también una
reconceptualización teórica y que me
parece que por este amplio camino es una de las sociologías que más puede tener
perspectiva.
Cuando
le pregunté su opinión sobre la
situación de la enseñanza de la Sociología su respuesta fue: “yo creo que hay un problema. Primero, que la
enseñanza de la Sociología está muy centralizada en México. Casi el 50% de las escuelas de Sociología están en el Valle de
México; aquí la sociología se ha
burocratizado de una manera constante y
creciente, y pocos han sido los aportes que se han hecho.
“Me parece que lo más rico de la Sociología
como movimiento y como corriente, está
en los estados de la República, mucho de la línea general es esta
preocupación por hacer investigación directa y participante sobre los problemas
que están ocurriendo, con una
interacción democrática entre maestros y alumnos y con una actitud de comunicar
y divulgar lo que están encontrando.
“Aquí
en el Valle de México la enseñanza sigue siendo la enseñanza vertical,
jerárquica, antidemocrática, burocrática y al servicio del Estado
fundamentalmente, y en las escuelas privadas al servicio de la empresa
transnacional.”
En esa entrevista usted abordó el tema del
papel de la investigación en la formación del científico social y expresó: “Yo
creo que la investigación debe de plantearse como una investigación directa y
participante, porque forma un investigador global que no se reduce a manejar un
instrumento sino que él se convierte en el instrumento de investigación. Todo su cuerpo,
sus emociones, su conocimiento, su compromiso en última instancia. Entonces
este es el tipo de investigación realmente alternativo, que no excluye sino que
incluye y sintetiza los demás modelos.
“La
investigación, no sólo la investigación
en ese sentido libresca y estadística, sino la investigación de campo, sin que se deseche el análisis
estadístico y el análisis bibliográfico, ni que se deseche la investigación
documental, sino que se recorra toda ese tipo de investigación libresca, documental, estadística,
hemerográfica, pero se culmine con la investigación de campo fundamentalmente.”
“Y no sólo una investigación de campo
cuantificadora sino con una
investigación de campo cualificadora, es decir una investigación de campo
directa y participante.
“Pero no se puede llegar a la investigación directa y participante si no hay un entrenamiento de todas
las demás formas de investigación y no se ha recogido toda la información, desde libros, estadísticas, hemerografía,
documentos, etcétera.”
Es indudable que un aspecto central del
modelo de enseñanza aprendizaje que usted siempre impulsó fue aquel basado en el trabajo de campo, usted
nos planteó en esa conversación que: “La
enseñanza de la sociedad no puede darse sólo
en un salón de clases. En primer lugar
porque en un salón implicaría encerrarse y tener algunas fuentes de
estudio que serían los libros, pero
resulta que los libros son hechos fundamentalmente en los países centrales y,
por lo tanto, los pocos estudios que se
han hecho en México son estudios hechos basándose en estadísticas oficiales y
las estadísticas oficiales realmente no
tienen ninguna probabilidad de estar reflejando la realidad, están no sólo
técnicamente mal hechas sino ideológicamente deformadas.
“El ejemplo más claro es que vamos a más de
la mitad de los 80 y después de seis años del último censo no los han podido
publicar. ¿Por qué? No solo por fallas
técnicas, sino porque están manipulando
la información para que no salga
una expresión de crisis como la que está ocurriendo.
“...esta enseñanza libresca es una enseñanza que fundamentalmente no solo deforma a los estudiantes en cuanto al conocimiento
de la realidad, sino que no les da
elementos realmente para su vida profesional.
“Entonces, el trabajo de campo no sólo
puede garantizar que el estudiante
reflexione y recapacite sobre las
teorías que está utilizando para repensar las teorías, sino que repiense la
realidad social para poder realmente
ubicarse y saber trabajar dentro de la propia realidad social.
“Creo que el gran resultado de esta
enseñanza libresca de la Sociología es que los sociólogos no tienen trabajo y
que se está reduciendo el ingreso a las
escuelas de Sociología porque se están enseñando cosas que no sirven y cosas que ni siquiera los sociólogos
pueden ya seguir utilizando, sobretodo
cuando se acaban los proyectos
populistas y no necesitan ya profesionales que tengan un lenguaje que
entusiasme a la población, que era lo
que se había utilizado en la época de
Echeverría”.
Así también nos afirmó que “...la
“Crisis de la Sociología” no es la crisis de la Sociología, sino que es la
crisis de una concepción de la sociología al servicio del Estado, de las
empresas y de una enseñanza colonizada, libresca y escolarizada.”
Un tema superinteresante en esa conversación
fue el referente a las tareas de los sociólogos en un México atravesado por la
crisis, usted nos afirmó en aquella ocasión que “para los sociólogos que
trabajan para el Estado su papel en este
momento es de cómo poder encontrar las formas de que este Estado combine la vieja estructura política de un gran
clientelismo populista, con un gran derroche, ...y modernizarse y
tecnocratizarse, ese es primer dilema del sociólogo.
“Segundo: ¿Cómo poder, al mismo tiempo,
mantener la legitimidad del Estado, en
amplios sectores de la población, sobretodo los nuevos sectores emergentes desocupados, subocupados, mujeres, jóvenes
y migrantes urbanos?
“Pero para
los sociólogos que se quieran identificar con la clase trabajadora, yo
creo que su papel y el modelo de sociólogo es
el del trabajo en la comunidad para encontrar e impulsar
formas autónomas de organización de la población, recuperar todas las
formas de resistencia de la población a
la fábrica, al taller, al modelo de agricultura capitalista, para sistematizarla y empezar a rediseñar a partir
de estas experiencias de la vieja comunidad
y recuperando todas las corrientes
críticas europeas, de tecnología alternativa, ecologistas, movimientos
de liberación sexual, y de nuevos
movimientos sociales, recuperar todos estos modelos, con las viejas experiencias, que es muy rica
en este país, de la comunidad campesina
autónoma, que han resistido las formas de capitalismo para plantearse un salto anticapitalista.
Lo que
hay que ponerse a pensar no es cómo
salvar al Estado, sino como recuperar las tradiciones de resistencia
popular con las formas de experiencias
sindicales europeas críticas, con todas las formas nuevas de movimientos
sociales que han surgido, no para que se controle sino
para recuperar los espacios por fuera
del Estado y de la empresa transnacional.
“Yo creo que la tarea fundamental es
expandir la sociedad civil, pero no
desde el punto de vista de la derecha
que quiere expandir la sociedad civil para fortalecer a la iglesia tradicional
y a la empresa transnacional, sino
expandir la socidad civil contra la
iglesia tradicional, contra la empresa transnacional y contra el Estado fundamentalmente.
“Y esto implica no sólo una teoría sino una
práctica concreta, una enseñanza para
una ruptura de todo el carácter social y la ideología de la dependencia, del
estatismo, de la jerarquía, etcétera.
“Yo creo que eso sería en ultima instancia
esas situaciones alternativas. Un
sociólogo que sepa manejar la teoría críticamente, que sepa hacer investigación en los acontecimientos pero
que, al mismo tiempo, sepa intervenir en
los acontecimientos, organizando, dando pautas de comunicación alternativa,
planteando formas de discusión y de
reflexión con la población y,
fundamentalmente, trabajando en la elaboración de proyectos para la población,
que es diferente a la elaboración de proyectos tecnocráticos para el Estado”
Hasta aquí algunos párrafos de sus
declaraciones en esta conversación de hace 15 años...¿Cómo ve que la exposición
en el citado homenaje toque estos puntos?.. a mi me parecen muy interesantes y
que ponen al descubierto lo
esencial de su planteamiento académico.
En esta carta también quiero contarle como
van las averiguaciones con respecto a su asesinato. Fíjese que unos días después
de que le dimos sepultura, un grupo de universitarios entre los que podemos citar a Gullermina Baena,
Herminia Foo Kong, Nicolás Pérez y Georgina Tecla, fuimos a solicitar una cita con el Procurador del DF,
Bernardo Bátiz. Como usted ya sabe qué sucede en los procesos burocráticos, nos mandaron con
el secretario particular, un tal licenciado Jorge Ramos Luna.
Pues resulta que con este individuo hemos
hablado dos veces y en ambas ocasiones nos ha tratado de manera por demás
despótica, a grado tal, que hemos salido con discusiones muy ríspidas. En la
primera de ellas nos prometió que para la segunda sesión nos proporcionaría
toda la información referente a la averiguación del asesinato, pero en esa
segunda ocasión nos salió con que no
había ninguna información al respecto, que no tenía nada que informarnos.
Después de plantearle nuestras protestas, el
tipo nos argumento que nosotros no
éramos nadie para solicitarle
información al respecto, que la
Procuraduría capitalina no nos podía garantizar encontrar a los responsables
del asesinato, que este no era el primer ni el último crimen en la ciudad.
Realmente resultó humillante escuchar al
funcionario – policía ese. Le planteamos que sus palabras eran una clara
invitación a la delincuencia y al asesinato ya que no se garantizaba detener a
quien viola la ley y asesina, y que estabamos ahí porque usted fue un
profesor formador de varias generaciones
de universitarios, que el asesinato de un científico mexicano
no podía quedar impune, y sobretodo que no íbamos a permitir que se le
diera carpetazo al asunto.
Le señalamos que esultaba una ofenza que
duramente su campaña electoral, quienes ahora son gobierno, prometieron una
ciudad de la esperanza y ahora nos salen con que no garantizan la
detención de los asesinos. Le expresamos
que su trato fue peor que el recibido por los gobiernos priístas. Él solo
respondió que el Procurador Bátiz nunca nos recibiría.
No cabe duda que las burocracias son las
burocracias. En esos momentos recordé
una discusión que tuvimos con usted en
un seminario, en donde nos preguntó si pensábamos que el gobierno mexicano se preocupaba por el bienestar de la
población... ¿Recuerda que varios
dijeron “si, claro”, otros “regular, un poco” y usted sonriendo ligeramente
afirmó “ a los gobiernos no les interesa la población, a ellos solo les
interesan los grandes monopolios, el gobierno norteamericano y sus amigos”. Ya
vemos que el gobierno en México sigue siendo el mismo ya sea tricolor, amarillo
o azul.. Todos son igualititos.
Pero esto de la impunidad en su asesinato
es un asunto de suma gravedad... no lo debemos permitir. Pienso que hoy los asistentes a su homenaje
deberemos platicarlo seriamente. ¿Cómo ve que formemos un comité universitario por el esclarecimiento de su muerte?.
No se
ría, es en serio.
Bueno profesor, me despido de usted
por el momento, los compañeros que todavía estamos por acá le recordamos
con profundo cariño y nostalgia. El otro día
recordamos las vivencias en el Proyecto de Comunicación y Sociología
Alternativas ... las anécdotas fueron
múltiples.
Recordamos el Seminario de Estudio de Freud
y Wilham Reich, cuando al terminar la
primera sesión una voz dijo "mañana al entrar al salón todos nos
encueramos". El estudio del Método AnarcoMarxista de René Loureau; las
largas e interesantes platicas sobre Teodoro Adorno y Marcuse; las evaluaciones
del Semestre de Campo y de las prácticas de campo, esa experiencia tan valiosa
que defendimos y que siempre fue atacada por muchos de los que hoy a usted lo alaban...
en fin, todo ese bagaje que muchos llevamos gracias a su invaluable ejemplo y
apoyo.
Gracias profesor Gomezjara por todo lo que
nos dio... gracias por su paciencia, por
enseñarnos a querer a nuestra
profesión, por enseñarnos a defender nuestras ideas, a querer a este tan vapuleado país, y por insistirnos
siempre que a esta universidad
asistíamos no sólo a recibir información
y a descubrir conocimientos, sino
además, a tener una actitud digna, humana y ética ante la vida... sus
amigos y compañeros universitarios
siempre lo recordaremos.
Por último, solo quiero escribirle aquella
frase que Jaime Sabines le dedicara a
Rosario Castellanos con motivo de
la muerte de la poetisa:
"La próxima vez que platiquemos
te diré todo el resto.
Ya no estoy enojado.
Hace mucho calor...
Voy a irme a la alberca a echarme un trago"
Coyoacán, madrugada del 30 de marzo del 2001.
Cuauhtémoc Rivera Godínez.
* Documento presentado en el homenaje
organizado al profesor Francisco Gomezjara
el viernes 30 de marzo del 2001 en la Facultad de Ciencia Políticas y
Sociales de la UNAM, y el martes 3 de abril del 2001 en la Universidad Autónoma
de Guerrero.